Setas por la Sierra de Albarracín: Un buen destino de fin de semana para los amantes de las setas
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La Sierra de Albarracín es uno de los conjuntos montañosos y paisajísticos más singulares y significativos de la Península Ibérica, que se encuentra en el sur de la provincia de Teruel, con altitudes comprendidas entre 1935 (Monte Caimadorro) y 990 metros (Valle del Guadalaviar). El suelo es predominantemente básico, con grandes afloramientos ácidos de areniscas rojas triásicas (ródenas) en altitudes medias y de cuarcitas paleozoicas en las zonas más elevadas. Se localiza en una zona muy estratégica, donde recibe aportaciones de flora del Sistema Central, del Sistema Ibérico septentrional, de la alta montaña turolense (Gudar-Javalambre) y de la media y baja montaña levantina. Debido a esto es una zona de gran biodiversidad fúngica, donde los montes de utilidad pública se encuentran reguladas por un coto micológico.
Dado sus elevadas precipitaciones y sus temperaturas máximas templadas, suponen un buen destino de fin de semana para los amantes de las setas prácticamente en cualquier época del año (excepto en invierno por el frío y la nieve), donde se pueden combinar los paseos por los preciosos ecosistemas de la zona con el turismo por numerosos pueblos de gran belleza y buena gastronomía.
¿Cuáles son los principales hábitats de la Sierra de Albarracín?
Bosques eurosiberianos
Los bosques eurosiberianos se encuentran en altitudes superiores a 1300 metros, en zonas de elevada pluviometría (800-1100 litros por metro cuadrado anuales), en plena regresión por el aumento de la temperatura global. Destacan principalmente las grandes extensiones de pinos albares que aparecen en todo tipo de sustratos. En suelos básicos puede formar bosques mixtos con pinos laricios, acompañados por el enebro común o la sabina rastrera y pequeñas herbáceas poco jugosas. Por el contrario, en los afloramientos ácidos puede convivir con el roble melojo, acompañado por el brezo blanco, la brecina y la estepa blanca, generalmente tapizados por la gayuba y herbáceas jugosas propias de bosques caducifolios. En estos bosques son muy frecuentes las turberas, tremedales y humedales que aportan humedad durante las ápocas estivales con numerosos endemismos florales mediterráneos (MATEO, 2008; 2009).
Pinar de pinos albares. Bronchales. Crédito Javier Marcos.
Bosques mediterráneos
Los bosques mediterráneos se encuentran en zonas más bajas de menor pluviometría (600-800 litros por metro cuadrado anuales). Destacan principalmente los bosques de pinos mediterráneos favorecidos por la acción humana para el aprovechamiento de madera o de resinas, eliminando con frecuencia las frondosas. Los suelos básicos están dominados por grandes extensiones de bosques de pinos laricios, quejigos y sabinas albares acompañados por acebos, bujes, enebros comunes y guillomos. En cambio, los suelos ácidos están frecuentados por los bosques de pinos rodenos y robles melojos, acompañados por brecinas, brezos blancos, cantuesos, jaras pringosas y estepas blancas. (MATEO, 2008; 2009).
Bosques de ribera
Los bosques de ribera se encuentran en la cuenca hidrológica de tres grandes ríos, Guadalaviar (Turia), Tajo y Cabriel. Destacan fundamentalmente los bosques de álamos blancos, fresnos de hoja estrecha, olmos y sauces alternados con plantaciones de álamos híbridos, acompañados por numerosas plantas trepadoras, juncos y carrizos. En algunas zonas de montaña, en barrancos y hoces aparecen de forma testimonial algunas plantas eurosiberianas como abedules, álamos temblones, acebos, fresnos de hoja ancha, olmos de montaña, pudios, tejos y tilos. (MATEO, 2008; 2009).
Praderas y pastizales
Las praderas y pastizales son formaciones herbáceas destinadas generalmente al pastoreo de ganado equino, lanar y vacuno. Destacan fundamentalmente los pastizales xerófilos que aparecen en zonas de alta y media montaña con escasa cobertura arbustiva, donde destacan las rosáceas como el agracejo, el espino albar o el guillomo. En menor medida aparecen los prados de siega siempre verdes, los herbazales nitrófilos, los pastizales anuales, los lastonares y los fenalares (MATEO, 2008; 2009).
Pradera con caballos. Griegos. Crédito Javier Marcos.
¿Cuales son las principales setas comestibles y tóxicas que se pueden encontrar en la Sierra de Albarracín?
La Sierra de Albarracín es una zona muy rica en especies fúngicas dada su gran diversidad de hábitats. Se han observado 767 especies diferentes (30% de especies citadas en toda la Comunidad de Aragón) (datos propios), algunas de ellas se ha usado material para describirlas como nuevas para la ciencia, como es el caso de Cortinarius iunii (BALLARA & col., 2017) y otras como nuevas para España como Pezoloma ciliifera (GALÁN & col., 2007), Sarcodon pseudoglaucopus nomb. prov. y S. roseoviolaceus nomb. prov. (MARCOS, 2017)
Desde el punto de vista comestible desde finales de primavera hasta otoño destacan fundamentalmente los boletos (Boletus edulis, B. pinophilus, B. reticulatus) frecuentes en los pinares y melojares eurosiberianos, muy perseguidos por aficionados que llegan desde todos los puntos de España en plenas épocas estivales y otoñales. Otras especies comestibles estivales y otoñales relativamente frecuentes son la angula de monte (Craterellus lutescens), la capuchina (Tricholoma portentosum), los champiñones (Agaricus arvensis, A. crocodilinus, A. littoralis, A. sylvaticus), la setas de cardo (Pleurotus eryngii), los rebozuelos (Cantharellus cibarius, C. pallens), la senderuela (Marasmius oreades), los níscalos (Lactarius deliciosus, L. quieticolor, L. sanguifluus, L. semisanguifluus), el pie azul (Lepista nuda), las negrillas (Tricholoma terreum) y algunas rusulas (Russula aurea, R. cyanoxantha, R. integra) y la senderuela (Marasmius oreades). También fructifican en menor medida la cándida (Clitocybe candida), el hongo negro (Boletus aereus), el huevo de rey (Amanita caesarea), la trompeta amarilla (Craterellus tubaeformis), la lengua de vaca (Hydnum repandum), la trompeta de los muertos (Craterellus cornucopioides), la seta de chopo (Ciclocybe aegerita), la seta de ostra (Pleurotus ostreatus), la trufa de verano (Tuber aestivum) y la trufa negra (Tuber melanosporum). En primavera también es un buen momento para encontrar fundamentalmente el marzuelo (Hygrophorus marzuolus), las colmenillas (Morchella deliciosa, M. purpurascens, M. tridentina) y la seta de San Jorge (Calocybe gambosa) muy codiciadas por los aficionados.
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De especies tóxicas destacan el champiñón amarilleante (Agaricus xanthodermus), la matamoscas (Amanita muscaria), la cicuta verde (Amanita phalloides), la seta rebordeada (Galerina marginata), la seta de la risa (Gymnopilus junonius), los bonetes (Gyromitra esculenta, G. gigas), la seta fasciculada (Hypholoma fasciculare), la pérfida (Entoloma sinuatum), Pseudoclitopilus rhodoleucus y el boteto de Satanás (Rubroboletus satanas) por lo que hay que extremar precauciones.
¿Cuales son las principales setas amenazadas que se pueden encontrar en la Sierra de Albarracín?
En la Sierra de Albarracín se han encontrado algunas especies que se encuentran catalogadas en el Borrador de la Lista Roja de Hongos de Aragón (SÁNCHEZ, 2009-2015), en la Propuesta de Lista Roja de hongos a proteger en la Península Ibérica (ADESPER, 2008) y en la Iniciativa de la Lista Roja Global de Hongos (en fase de creación) (IUCN, 2019). Algunas especies amenazadas comestibles son el boleto real (Butyriboletus regius), la coliflor rosa (Ramaria botrytis), la palomita (Tricholoma columbeta) o la pata de cabra (Scutiger pes-caprae), por lo que se aconseja evitar su recolección. Otras no tienen valor culinario como Gomphidius roseus, Porphyrellus porphyrosporus, Sarcodon fuligineoviolaceus, Suillus flavidus y Tricholoma colossus, aunque han sido consumidas alguna vez por algún aficionado.
Butyriboletus regius.
También aparecen algunas especies tóxicas como Pseudoclitopilus rhodoleucus o Rubroboletus rhodoxanthus, que se pueden confundir con varias especies comestibles y algunas especies interesantes características de bosques en regresión por el cambio climático como Cortinarius atrovirens o Cortinarius cupreorufus asociados a bosques de coníferas de carácter eurosiberiano, Lenzitopsis oxycedri asociado a cupresáceas (enebros y sabinas) y Coprinopsis martinii asociada a turberas y tremedales. Por los mismos motivos se deberían añadir especies características de turberas como Lyophyllum palustre, Pezoloma ciliifera, Stagnicola perplexa, Russula claroflava o Russula robertii o especies características de bosques de coníferas eurosiberianas como Butyriboletus subappendiculatus o Rhizopogon rocabrunae con escasa presencia en la Sierra y en la Península Ibérica
Para más información a acerca de la biodiversidad fúngica de la Sierra de Albarracín visita el Museo Micológico Cesta y Setas de Bronchales, donde se realizan a lo largo del año numerosas actividades micológicas divulgativas desde un punto de vista conservacionista y sostenible.
¿Qué tipo de regulación hay en la Sierra de Albarracín?
El Parque Micológico de la Sierra de Albarracín tiene una extensión de 60445 Ha, y regula el recurso micológico de 40 montes de utilidad pública de 21 municipios locales, adaptado a la legislación vigente en la Comunidad de Aragón (DECRETO 179/2014), con el objetivo de una mejora del conocimiento, de la gestión y de la conservación del recurso micológico así como aumentar la actividad económica de la zona a través del micoturismo.
Para conocer mejor todos los aspectos del parque micológico y de la gestión de diferentes permisos, ya que está sujeta a variaciones anuales, se recomienda la entrada en la página del parque micológico: http://www.micorracin.es/Discover key factors of our success
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